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El oro de moscú

En el día de ayer se ha tomado una terrible pero necesaria decisión. El Ministerio de Hacienda ha emitido un decreto reservado a instancias del Doctor Negrín, que dice:

Ministro de Hacienda

 

Excelentísimo Señor. Por su excelencia el Presidente de la República, y con fecha 13 del actual, ha sido firmado el siguiente decreto reservado:

 

La anormalidad que en el país ha producido la sublevación militar aconseja al Gobierno adoptar aquellas medidas precautorias que considere necesarias para mejor salvaguardar las reservas metálicas del Banco de España, base del crédito público. La índole misma de la medida y la razón de su adopción exigen que este acuerdo permanezca reservado. Fundado en tales consideraciones, de acuerdo con el Consejo de Ministros, y a propuesta del de Hacienda, vengo en disponer, con carácter reservado, lo siguiente:

 

Artículo primero. Se autoriza al Ministro de Hacienda para que en el momento que lo considere oportuno ordene el transporte, con las mayores garantías, al lugar que estime de más seguridad, de las existencias que en oro, plata y billetes hubiera en aquel momento en el establecimiento central del Banco de España.

 

Artículo segundo. El Gobierno dará cuenta en su día a las Cortes de este decreto.

 

Madrid, 13 de septiembre de 1936

¿Es una locura?¿Se ha apoderado el miedo de Largo, Prieto y Negrín? No lo sé. El avance de los rebeldes hacia Madrid parece incontenible...

Para evitar que los sublevados conozcan los planes del Gobierno, para salvaguardar la salud del Presidente de la República, cuyo estado espiritual es hoy lamentable, y para huir del escándalo internacional, no queda otro remedio que mantener esta decisión en estricto secreto.

 

Solo unos pocos, entre los que se encuentran ustedes, han de conocer la operación que emprenderemos en las próximas horas. ¿Nuestro objetivo? La cámara acorazada del Banco de España.

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